¿Te has dado cuenta como en la actualidad, el atractivo físico y la imagen corporal han ido ganando terreno dentro de la evaluación que tienes de ti como adolescente en cuanto a tu nivel de popularidad y la aceptación que obtienes por parte de otros chicos de tu edad?.
Cada día los medios sociales y la cultura en la que vivimos han ido moldeando la imagen del “cuerpo ideal”, lo que puede hacer que sientas que debes encajar” dentro de un parámetro definido como por ejemplo, si eres un chico que debas ser “alto y delgado pero con músculos definidos” o si eres una chica, que te sientas insatisfecha si eres bajita de estatura y no entras en una talla xs.
Los conceptos del “ideal” que vemos en revistas, películas y reality shows pueden hacernos creer que si una chica no tiene una figura delgada, tendrá menos posibilidades de tener citas o ser popular en su colegio, lo cual no es cierto; en cambio, puede traer consecuencias negativas para esa adolescente, como llenarse de ansiedad, sentir vergüenza, aislarse socialmente y hasta llegar a un estado de depresión.
La realidad es que el físico no es lo único que importa, sino el conjunto de características que te definen como ser humano. Sin duda, la idea que tienes de ti mismo influye sobre el desarrollo de tu personalidad, las relaciones sociales que hagas y la conducta que tendrás ante los demás. Tu autoestima y la satisfacción que sientas contigo mismo están muy relacionadas con el grado de aceptación que tengas de quien eres.
Si, es necesario que cuides tu cuerpo comiendo sanamente y tratando de ejercitarte o practicar algún deporte que disfrutes, para mantener un buen estado de salud físico y mental, pero además, es vital que cultives tu ser interior, mantengas una actitud positiva, que refuerces los valores que tus padres te han enseñado, que descubras y potencies las cualidades que posees y que te aceptes como eres.
Recuerda que pueden existir personas parecidas a ti, ya sea físicamente o en términos de personalidad pero no existe un ser completamente idéntico a ti (ni siquiera los gemelos que comparten el mismo código genético) y eso te convierte en un ser único y especial. Cree en ti, cuídate, valórate y ámate!