Los desacuerdos se dan a menudo dentro de nuestra relación con familiares, pareja, compañeros de estudio/trabajo y amigos. Generalmente se producen cuando existe una segunda opción para escoger. Pueden aparecer en varios niveles; a nivel individual en el que nos enfrentamos con un compañero de estudio o trabajo, con la pareja, un hermano o amigo, hasta un nivel de conflicto entre grupos donde se involucra a varias personas que hacen causa común frente a otros para defender su punto de vista.
Es natural que ocurran desacuerdos, ya que no todos los seres humanos somos iguales en nuestra forma de pensar, de expresar lo que sentimos, de reaccionar ante las circunstancias; tenemos gustos y creencias diferentes. Éstas diferencias influyen a que en algún momento pueda surgir el conflicto. Debemos estar pendientes de cómo nuestro comportamiento afecta a los demás y si éste aporta a que el desacuerdo se intensifique.
Lo más importante al momento de resolver un conflicto es querer hacerlo. Si ante un desacuerdo le quitas el habla a la otra persona durante días, se dicen palabras ofensivas, se gritan o tiran cosas, esto además de ser agresivo, solo ayudará a que la situación empeore. Aplicar estos simples pasos te pueden ayudar a solucionar cualquier desacuerdo:
- Permite que el otro explique su punto de vista primero. Escúchalo con respeto, sin interrupciones y sin hacer “mala cara”. De esta forma enseñas con el ejemplo y lograrás que el otro te escuche cuando expongas tu punto.
- Intenta ponerte en el lugar del otro. Mientras escuchas, trata de comprender lo que te están diciendo. Es importante que en una negociación, ambos se sientan comprendidos.
- No pienses que “uno pierde si el otro gana”. Ningún desacuerdo se resuelve si te enfrascas en una competencia con el otro. Enfócate en cuáles son las necesidades de ambos y no solamente en defender tu postura.
Recuerda que no existe mejor conciliación que evitar el conflicto, si éste se vuelve inevitable, la mejor herramienta para resolverlo a cualquier nivel es la comunicación. Si en algún momento sienten que no son capaces de solucionar el desacuerdo solos, busquen un mediador externo, alguien imparcial, que pueda escuchar los puntos de vista de ambos y ayudarlos a encontrar maneras más eficientes para resolver los conflictos que están atravesando o que puedan surgir más adelante.